LA POLVORA

La Pólvora es un polvo explosivo utilizado en balística, en particular la pólvora negra, una mezcla explosiva de un 75% de nitrato potásico, un 15% de carbón y un 10% de azufre aproximadamente.

 

La pólvora fue el primer explosivo conocido.  Se dice que Marco Polo fue el primero en traer la pólvora a Europa;  su fórmula aparece ya en el siglo XII, en los escritos del monje inglés Roger Bacon, aunque parece haber sido descubierta por los chinos, que la utilizaron varios siglos antes en la fabricación de fuegos artificiales. Es probable que la pólvora se introdujera en Europa procedente del Oriente Próximo. Bartolomé Schwarz, un monje alemán, a comienzos del siglo XIV, puede haber sido el primero en utilizar la pólvora para impulsar un proyectil. Sean cuales sean los datos precisos y las identidades de sus descubridores y primeros usuarios, lo cierto es que la pólvora se fabricaba en Inglaterra en 1334 y que en 1340 Alemania contaba con instalaciones para su fabricación. El primer intento de utilización de la pólvora para minar los muros de las fortificaciones se llevó a cabo durante el sitio de Pisa en 1403. En la segunda mitad del siglo XVI, la fabricación de pólvora en la mayoría de los países era un monopolio del Estado, que reglamentó su uso a comienzos del siglo XVII. Fue el único explosivo conocido hasta el descubrimiento del denominado oro fulminante, un poderoso explosivo utilizado por primera vez en 1628 durante las contiendas bélicas que se desarrollaron en el continente europeo.

Roger Bacon

Bartolomé Schwarz

DATOS HISTORICOS ESCRITOS. SU UTILIZACION

 

Manuscrito Milimette

 

La primera referencia autentica, manuscrita y clara sobre un arma de fuego y por consiguiente de la POLVORA, es una ilustración aparecida en un manuscrito ingles del año 1326, De Officiis regum (Sobre los deberes de los Reyes), actualmente este códice se guarda en la biblioteca de Cristo, en Oxford. Este manuscrito también se conoce por Manuscrits de Milimette y también es obra de un clérigo.

 

Dicho manuscrito contiene una ilustración en la que aparece un aterrorizado guerrero con una mecha atada al extremo de un palo, prendiendo fuego a un cañón en forma de vasija del que sobresale por su boca una especie de punta de flecha y que apunta a la puerta de una edificación fortificada.

POLVORA NEGRA

 

La primera pólvora propulsora, fue la pólvora negra hecha con nitrato de potasio, azufre y carbón vegetal. Hasta el siglo XVI se uso en forma de un polvo fino. El primer perfeccionamiento notable en las cualidades de la pólvora negra ocurrió en 1860, cuando el general, Rodman, del ejército de los Estados Unidos, descubrió el principio de que podría regularse la rapidez con que se liberaba la energía dando forma y densidad convenientes al grano de la pólvora. Haciendo un grano con un agujero en el centro, el general Rodman pudo contrarrestar el curso regresivo de la combustión de un grano macizo. Esté adelanto permitió el uso de armas más ligeras por la posibilidad de que el fabricante proporcionara pólvoras que dieran presiones bajas durante tiempos largos, la pólvora negra dejaba mucho que desear, ya que en las armas de esa época ensuciaba mucho la pieza, suciedad que iba acompañada por una corrosión excesiva. Esto hacia necesario limpiar con frecuencia el arma y remplazarla por completo al cabo de cierto tiempo. La pólvora negra es muy higroscópica y exige un cuidado extraordinario en su manejo para mantenerla seca, poseía el inconveniente de producir gran cantidad de humo, y en algunos casos brillantes fogonazos; éstos revelaban el emplazamiento del arma al enemigo. En estado seco la pólvora negra es sensible al rozamiento y al calor, y en las condiciones propias de la guerra ha producido accidentes graves.

EL FIN DE LA POLVORA NEGRA

 

Aunque aun se pueda encontrar este tipo de pólvora para los fines descritos anteriormente, esta fue desplazada por la pólvora nitrocelulósica o sin humo en la ultima década del siglo XIX, substituyéndola totalmente por las notables ventajas que tenia sobre la otra.

 

La ventaja que influyó con mayor fuerza para cambiar de una pólvora a otra fue el nulo residuo que dejaban en el anima del cañón las nuevas pólvoras sin humo. Esto fue una gran ventaja, ya que se podían disparar cientos de disparos sin tener que limpiar el cañón.

Ventajas de la pólvora sin humo respecto de la negra:

·         No deja prácticamente residuos y los pocos que deja no son higroscópicos, por lo que no producen la rápida oxidación del anima del cañón.

 

·         Apenas sale humo por la boca del cañón al efectuar un disparo.

 

·         Es mucho más potente y por eso contribuyó a la reducción de calibres.

 

·         Es muy estable he insensible a los cambios de temperatura y golpes, mas fácil de fabricar, y almacenar con un nivel de peligro mas bajo.

 

·         Su manejo no es tan peligroso y en caso de que se prendiera fuego, al ser más lenta su combustión apenas haría daños.

Desventajas de la pólvora negra:

·         Deja muchos residuos en cañón y estos son muy higroscópicos (atraen la humedad).

 

·         El abundante humo generado al disparar señalaba la procedencia del disparo y descubría al que lo había hecho.

 

·         Es poco potente debido a su rápida combustión.

 

·         Es altamente inestable y sensible a los golpes y cambios de temperatura, también muy peligrosa si se la maneja con descuido o negligencia.

 

·         Por todo esto a finales del siglo XIX se hicieron innumerables ensayos con distintos tipos de propelentes hasta llegar a lo que conocemos hoy por pólvora sin humo y ya en la ultima década de ese siglo aparecieron los primeros cartuchos militares con este tipo de propelentes, el 8 Lebel, el 30-30 etc.

POLVORAS SIN HUMO

 

En el año 1838, Pelouze observo la acción del ácido nítrico sobre el algodón y el papel y descubrió la nitrocelulosa, base de pólvoras modernas.

 

En 1846, Schönbein, químico suizo, ideo métodos para la fabricación de la nitrocelulosa. En las investigaciones ocurrieron explosiones desastrosas en varias fábricas, todavía se conocían muy poco las propiedades químicas de la nitrocelulosa. La primera sustitución de la pólvora negra la hizo el mayor Schultze, del ejército prusiano, consistían en nitrocelulosa mezclada con nitrato de sodio o de potasio. Ardían con demasiada rapidez y no eran enteramente para las armas de rayadas. En 1884, el ingeniero francés Paúl Vieille descubrió que la nitrocelulosa incorporada a una mezcla de alcohol y éter podía amasarse y producir una masa coloide, que podía laminarse en hojas delgadas para cortarlas en pequeños cuadros, que secaban. Está fue la primera pólvora sin humo. Llamada “pólvora B”, en honor del general Boulanger. Durante los años 1888 y1889, Nobel obtuvo pólvora de los dos tipos balística y cordita. Hoy todas las naciones emplean pólvoras sin humo moderno, formado principalmente por nitrocelulosa coloidizada, sola o en mezcla con nitroglicerina. Estas pólvoras al inflamarse arden solo en la superficie, con la sola variación de la forma geométrica y el tamaño del grano. Las pólvoras modernas se fabrican en copos o escamas, tiras, pastillas y cilindros, es la más empleada en los Estados Unidos para fines militares, Las formas más usadas en las municiones para caza son las escamas y las pastillas.

POLVORAS DE UNA SOLA BASE

 

Esté tipo de pólvoras arde con extremada rapidez debido a la nitrocelulosa y por la misma razón es más sensible al rozamiento. Estas pólvoras son muy higroscópicas y hay que evitar su exposición a la humedad. Se usan comúnmente en las municiones de escopetas, en los proyectiles para salvas y en las granadas de mano.

 

Se fabrican estas pólvoras por dos métodos. En el primero los materiales se incorporan en presencia de agua, que dan como resultado una distribución bastante uniforme. Luego se hace pasar la masa a través de una placa perforada para darle forma más o menos granular. Después se voltea en un barril que gira en un baño de agua caliente y de esta manera se transforman los gránulos en formas esféricas al mismo tiempo que se elimina agua. Estos gránulos se criban por un tamiz de 12 hilos por pulgada y el material grueso vuelve al barril. La pólvora que pasa por el tamiz, se seca para endurecer los granos; después se pone la pólvora en un tambor horizontal y se añade un disolvente para la nitrocelulosa. Esté disolvente suele ser alcohol o benceno. El disolvente ablanda e hincha las fibras de nitorcelulosa y hacen que se peguen unas a otras; se hace circular el aire caliente a través de la pólvora volteada.

 

Estos granos endurecidos se criban por tamizas apropiados para tener una granulación uniforme entre los limites de los tamices. Después se da a la pólvora un secado final y se empaca en envases herméticos a la humedad.

 

El segundo procedimiento, hace una papilla con la nitrocelulosa y agua en la cual se han disuelto los componentes solubles. Después se añade a la papilla un disolvente no miscible con el agua, como acetato de butilo y benceno. La mezcla resultante se agita con bastante violencia; esto hace que la fase del disolvente se disperse en el agua en forma de diversas gotitas, alrededor de las cuales se agrupan las fibras de nitrocelulosa y se destila el disolvente al vació de modo que el destilado acuoso vuelve al alambique. Los sólidos se separan por filtración y se secan, quedando la pólvora seca la cantidad de sales deseada.

La granulación de la pólvora es el control de la “rapidez” de la pólvora o de la velocidad con que arde la carga. No debe confundirse el término “rapidez” con el término “velocidad de combustión”, ya que la rapidez para una combustión dada depende de la superficie disponible para la combustión; por consiguiente, depende de la granulación. Las pruebas de funcionamiento que dependen del uso al que se destine la pólvora, varían bastante. Una es la prueba de fragmentación y exige que una granada de mano cargada con un peso especificado de pólvora se divida de modo que entre los fragmentos haya 40+10.

 

La segunda prueba, exige el taco del cartucho cargado con un peso especificado de pólvora cuando se dispara en un fusil de calibre 0.30 pulgadas atraviese una pantalla de papel kraft colocada a una distancia especificada delante de la boca del fusil y no más de 1% de los disparos fallen la prueba.

POLVORAS COLOIDIZADAS DE UNA SOLA BASE

 

Incluye toda pólvora que contiene como principal componente nitrocelulosa en estado coloidal sin la presencia de nitroglicerina. Los métodos usados en su fabricación se han normalizado y sólo se diferencian en detalles secundarios. Los pasos en su fabricación son los siguientes: 1) deshidratación de nitrocelulosa; 2) dispersión coloidal; 3) granulación; 4) secado; 5) mezcla.

 

Las primeras pólvoras de una sola base tenían ciertos inconvenientes. El principal es la higroscopicidad de la pólvora. La cantidad de agua absorbidas por las pólvoras piro varía algo con los caracteres del alma.

 

Esté grado de higroscopicidad es suficiente para producir un cambio en su comportamiento. Un segundo e importante defecto militar es el brillante fogonazo que se produce en la boca del arma cuando se dispara un proyectil. Estos cañonazos revelan a las tropas enemigas el emplazamiento del cañón.

 

La propiedad no higroscópica, se obtuvo agregando la nitrocelulosa un plastificante no volátil e impermeabilizador, como ftalato dibutílico o triacetina, para conseguir algún grado de impermeabilización. La cantidad de este material inerte era limitada pues reducía bastante el potencial balístico de la pólvora. El fogonazo se debe a que la alta temperatura de los gases producidos en la combustión los hace funcionar en la boca del cañón con el oxigeno del aire. Por consiguiente, si la temperatura de los gases de combustión podía reducirse suficientemente, se eliminaría el fogonazo.

 

Los fabricantes recurrieron al procedimiento de utilizar dinitrotolueno, que tiene un potencial balístico bajo. Por medio de esos cambios se obtuvieron pólvoras higroscopicidad reducida y que en algunas armas no producían fogonazos, esos perfeccionamientos iban acompañados por dos inconvenientes importantes el primero de ellos es el escaso potencial de las composiciones, que hacía necesario emplear cantidades mayores de pólvora. El segundo era que el material inerte, en la mayoría de los casos carbonoso, producía cantidad considerable de humo, que en los disparos hechos durante el día era un inconveniente tan grande como el fogonazo. Un segundo método para eliminar el fogonazo en las armas es la adición de pequeños porcentajes de metales alcalinos y aunque son materiales muy eficaces para este efecto, su presencia en la pólvora siempre va acompañada por una cantidad considerable de humo.