miedoSegún familia de la víctima, el trabajo policial fue "vergonzoso", ya que hubo varias pruebas que fueron pasadas por alto. Quien masacró a bella secretaria es hasta ahora un "fantasma"   víctima, el trabajo policial fue "vergonzoso", ya que hubo varias pruebas que fueron pasadas por alto. Quien masacró a bella secretaria es hasta ahora un "fantasma"

 

 

 El grito de espanto de Orietta Venturini al ver el cuerpo semidesnudo de su hija sobre un charco de sangre seca, en la cocina de su departamento, alertó a los vecinos, que llamaron a la policía.
En el living dormía Isadora, la hija de la víctima, de sólo dos meses, algo deshidratada, pero bien.



Justo un año antes, en 1994, Denisse Eludwig, una hermosa secretaria de 39 años, celebró en un pub de Providencia la Noche de Brujas junto a su amiga Nora Hernández. Allí conoció a Iván Aguilera, con quien tuvo un romance pasajero en que fue concebida la niña.


Aterrador
La noche del 31 de octubre de 1995 los niños del condominio Los Viñedos de Vespucio, de Macul, recorrían los departamentos con la tradición gringa del "¿dulce o travesura?", ajenos al drama que comenzaba a gestarse en un departamento del quinto piso del block H.
En este punto la historia se vuelve difusa y macabra. La investigación policial determinó que el o los asesinos ingresaron al domicilio de Denisse alrededor de las 9 de la noche, sin forzar la puerta. Por lo mismo creen que el victimario es una persona de confianza.

Una vecina aseguró haber escuchado gritos, pero los atribuyó a los niños que pedían golosinas. Jamás pensó que la portada de la crónica roja del día siguiente se estaba escribiendo con sangre, a pasos de su casa.

El cuerpo de Denisse presentaba diez heridas cortopunzantes y una profunda incisión en la garganta que le causó la muerte. No había señales de lucha, por lo que habría sido atacada por la espalda. Sus manos estaban atadas con una cuerda que el homicida trajo. También fue amordazada.

Los detectives constataron un extraño gesto de humanidad del asesino, quien mudó a la guagüita e incluso le preparó una mamadera con agüita de orégano, para que durmiera, por lo que nunca se descartó la participación de una mujer.

Asimismo se comprobó que el departamento había sido revisado intensamente, estaba todo desordenado y faltaban documentos, una chequera, dinero y algunas joyas.

Según la policía, se trató de la simulación de un robo para despistar.

La señora Orietta se vio frente al cadáver de su hija a las dos de la tarde del día siguiente, cuando entró con sus llaves para almorzar con Denisse y regalonear a la niña.


Pistas
Los policías hallaron en el living varías colillas de cigarros con restos de lápiz labial, pero ninguna huella digital, lo que hizo presumir que el criminal usó guantes quirúrgicos.
Uno de los sospechosos como autor intelectual fue Aguilera, a pesar de comprobarse que el sujeto, radicado en Temuco, pasó Halloween recorriendo bares de la sureña ciudad.

Otro hebra de la investigación desencadenó años más tarde la detención del rondín Juan Gómez Bravo, pero tanto la reconstitución de escena como el relato de un supuesto testigo demostraron que no tenía nada que ver.

El crimen causó un tremendo revuelo en la prensa, que le dedicó decenas de páginas con especulaciones sobre los autores.

El día del funeral las cámaras de televisión acosaron a la familia de la víctima, que casi no hizo declaraciones. Orietta se limitó a preguntar: "¿Qué diría usted si le mataran la hija?".

Al mismo tiempo Aguilera le planteaba a la anciana la posibilidad de quedarse con la herencia de Denisse.

Han pasado 11 años y nadie ha sido procesado en el caso, que fue sobreseído temporalmente.


El triste sino de Isadora y Orietta
Para muchos es un consuelo que Isadora no haya tenido conciencia al momento de presenciar el asesinato. No pensaba así su abuela, quien responsabilizó a esta experiencia de la muerte de la menor.
Porque la hija de la secretaria sufrió una encefalitis viral que la llevó a la tumba en diciembre de 1997.

"Mi nieta murió porque vio cómo mataron a su madre. Aunque tenía poco más de dos meses, creo que eso le causó un shock y vivió como vegetal hasta que falleció. Está claro que quería estar junto a su mamá", dijo Orietta en 1998.

La última en fallecer fue la propia abuela, quien se fue al cielo con la certeza de que la policía pudo haber hecho mucho más. "A la larga se sabrá toda la verdad, todo depende de donde busquen", dijo, llena de impotencia.


La frustración del abogado Roberto Celedón
El abogado Roberto Celedón representó a la familia de Denisse Eludwig y hasta hoy lamenta que el caso no tenga culpables. Acusa a Investigaciones de haber hecho un pésimo trabajo y aseveró a La Cuarta que él junto a la malograda madre de la víctima encontraron valiosas pruebas que simplemente se les pasaron por alto a los detectives, como una colilla y un pelo con ADN, del día del crimen.

-¿En qué está el caso?


- Sobreseído temporalmente.


-¿El ADN coincidió con el de alguien?


- Lo que nos faltó fue encontrar a la persona, porque el sospechoso principal era el padre de la guagua, un tipo bastante especial que Denisse conoció precisamente el año anterior en la Noche de Brujas, y ella murió precisamente un año más tarde, cuando esperaba a este sujeto. Sujeto que no llegó.


-¿Él a qué iba?


- A verla a ella y a la guagua, pero no llegó y después se supo que habría avisado que se atrasaría 24 horas. El ADN no es de él, el tipo efectivamente no vino.


-¿Por qué califica tan mal el trabajo de la policía?


- La Brigada de Homicidios tuvo un mes a su cargo el departamento. Había una huella en el baño de zapato tipo Jarman que tampoco fue periciada. El trabajo que hizo la Brigada de Homicidios fue una vergüenza.


-¿Estamos frente a un crimen perfecto?

- Creo que es un crimen que perfectamente se podría haber resuelto, pero Investigaciones no siguió todas las pistas. Siguió una hipótesis errónea. Ellos apuntaban a un amigo drogadicto de ella, que no tiene nada que ver.


-¿Fue frustrante?


- Sí, claro.