En el ciclo de funcionamiento de las armas de fuego, vamos a distinguir varios fases o etapas que son independientes entre sí pero que en su conjunto completan una secuencia lógica de pasos que deben realizar todas ellas, para completar finalmente lo que llamaremos un proceso de disparo, estas etapas son las siguientes:

                                             

Alimentación: Corresponde a la presentación de la munición para ser cargada el arma (generalmente esta presentación en las pistolas se hace a través de cargador y en el revólver a través de la nuez).

Carga:  Acción de trasladar o llevar la munición a la recámara.


Obturación:  Función de sellar la recámara, impidiendo el escape de gases hacia atrás. Este sellado se produce a través de la vainilla del cartucho  que ingresa a la recámara.

Bloqueo: Asegurar la vainilla, bloqueando su salida hacia el exterior, haciendo que ésta aguante la reacción de las presiones que se originan en su interior.

Disparo: Percusión, iniciado de la cápsula fulminante, encendido homogéneo de la pólvora y combustión de ésta, desengarce del proyectil producto de las presiones, introducción del proyectil en el ánima del cañón, recorrido de éste a través del tubo y salida del proyectil a la atmósfera.

Desbloqueo: Sacar la traba al desplazamiento de la vainilla en el disparo.

Apertura de la Recámara: Liberar la recámara

Extracción:  Sacar la vainilla de la recámara.

Expulsión : Lanzar la vainilla fuera de la recámara