NORMAS DE INTERPRETACION GRAFOLOGICA

 Al hablar de Grafología es imposible dejar de hablar de escritura y psicología. Así, al iniciar nuestro tema, quisiéramos decir algo fundamental al respecto.

 

                La escritura como mensaje codificado y dinámico que refleja el aspecto social del individuo en su comunicación con los demás es fundamentalmente indivi­dual, reconocible, unívoca e irrepetible. Las altera­ciones gráficas que se producen a lo largo de la vida del escritor van paralelas a sus cambios biológi­cos de crecimiento, maduración y envejecimiento, amén de otra suerte de condicionamientos e influencias ambientales.

 

                La escritura, pues, es tan individual o diferen­ciada como lo pueden ser hasta el infinito los rasgos morfológicos del rostro humano o las mismas huellas dactilares. Es, asimismo, reconocible, unívoca e irre­petible porque puede ser reconocida e identificada por el propio sujeto como suya o por depuradas técni­cas que pondrían de manifiesto la autenticidad o fal­sifi­cación de una escritura dada con un alto grado de pre­cisión científica.

 

                Es importante enfatizar hasta lo sumo las carac­terísticas diferenciales de la escritura, porque en sí mismas constituyen la base en la que se apoya la Gra­fología como ciencia que estudia la correlación escri­tura-individuo. La misma diferenciación correlativa nos lleva de la mano, queramos o no, hacia la psico­lo­gía diferencial, que busca comprender al individuo en función de los elementos hereditarios, o hacia la psi­cobiología, que por sí misma revela la íntima esencia diferencial del individuo.

 

                Como grafólogos prácticos, la psicología dife­rencial nos presenta un campo de aplicación vasto, tanto en el área educativa como en el ámbito de la profesiología o de lo criminológico.

 

                Así, podríamos llegar con Wallen a definir el carácter como la conjunción de tres coordenadas: el determinismo de las situaciones y las cosas; el determinismo del temperamento biopsicológico y el determinismo del factor tiempo-espacio.

 

                Naturalmente que las anteriores concepciones están en contraposición con el concepto de "hombre estándard", que nace del hombre mismo. Esto se percibe cuando se elabora un informe grafopsicológico en el que muchos rasgos aparecen evidentes al sujeto estu­diado como si fueran comunes a todo el género humano.

 

                Este concepto de "hombre estándard", que informa muchas corrientes psicológicas de tipo colectivo o so­ciológico, es predominante en EE.UU. y Rusia. Quizá sea éste uno de los principales motivos por los cuales la Grafología no ha penetrado más profundamente en es­tos países en los que prima el "igualitarismo" educa­cional y la "estandardización" popular, medios políti­cos que esconden una filosofía temible de la opresión. De ahí la necesidad de tratar, estudiar y comprender a los demás, no según nosotros mismos, sino según la naturaleza del otro, lo cual es verdadera psicología y verdadera igualdad en la que alcanza la "Xaris" su auténtico sentido cristiano. Por tanto, estas nociones proveen un claro apoyo hacia una psicología biológica, ya que ésta se superpone estrechamente con la socio­logía y todas las prácticas experimentales que sirven de instrumentos para comprender al individuo.

 

                Así pues, y entrando de lleno en el terreno gra­fológico, pecaríamos de poco científicos si, por una parte, consideramos la Grafología sólo como un análi­sis de componentes gráficos adicionados tanto en su aspecto formal como en la neutralidad apriorística de sus equivalentes psicológicos o psicobiológicos, ya que, de otra parte, perderíamos de vista que la Grafo­logía es síntesis que se esfuerza por aprehender al hombre en el brote originario de su personalidad; es decir, de sus propias raíces psicobiológicas. No olvi­demos, empero, que la síntesis presupone y postula un análisis previo.

 

                La Grafología es esencialmente dinámica; no nos muestra en su morfología gráfica un conjunto de formas yuxtapuestas, sino asociadas del que resulta una nueva fuerza vital, única y global por la interacción de otras fuerzas que surgen, asimismo, de las profundida­des del ser, presentándose al exterior en formas aparentemente estáticas o moldeadas.

 

                Hay que reconocer que a nuestra inteligencia le resulta más fácil el análisis particularizante de los elementos estáticos que la comprensión sintética de la personalidad, que es la realidad psicodinámica que nos interesa conocer a través de la Grafología.

 

                Algo que suele resultar desconcertante a los que se inician en el estudio de la Grafología es el valor polivalente de las características gráficas y los di­ferentes métodos de síntesis grafopsicológica propug­nados. El mismo Profesor Vels dice en su bien conocida obra "Escritura y Personalidad" que cada autor o cada "escuela" tiene su propio criterio o procedimiento para proceder a la elaboración estructurada del infor­me grafopsicológico definitivo.

 

                Es bien cierto, no obstante, que notables grafó­logos intuitivos y de gran experiencia efectúan rápi­das síntesis por integraciones sucesivas de elementos en las que han dado a cada elemento un sentido psico­lógico "intercosignificante", que permite llegar al conjunto o meollo de la personalidad en forma estruc­turada y exacta. Pero lo que se pretende con esta comunicación es presentar unas normas válidas dentro de un contexto metodológico que permita ulteriores perfeccionamientos y desarrollos, así como servir de base para una reflexión conjunta que tienda a enno­blecer o a enriquecer más, siquiera con un mínimo aporte, nuestra querida ciencia. Se trata, en suma, de un intento tímido de estructurar más y más la Grafolo­gía señalando nuevas posibilidades teórico-prácticas.

 

                Existe la necesidad de establecer unas normas interpretativas. Un ejemplo simple de esto es que la rama del saber más exacta que se conoce es la de las matemáticas, y tan fundamentales son éstas en las investigaciones científicas, que algunos creen que son una especie de ley que existe por sí sola. Esto, empe­ro, es una equivocación, pues aún las matemáticas necesitan sus axiomas que forman la base de todo el sistema de razonamientos que luego se vaya elaborando.

 

                Procurando ser consecuentes con el tema enuncia­do, quisiéramos adelantar dos definiciones: una sobre lo que es la Grafología, y que se basa en una defini­ción amplia y sincretista, y otra sobre la interpreta­ción de la escritura original de J. Dubouchet:

 

"La Grafología es una ciencia experimental que estudia las leyes que regulan e interpretan la interdependencia del fenómeno gráfico constitu­yente del comportamiento expresivo, espontáneo o automático que escapa inconscientemente de la mano y la personalidad psicofísica, que a través de una actividad interior dinámico-funcional establece contacto con las ideas, las personas y las cosas, siendo el símbolo autorepresentativo de la líbido el nexo que une el signo gráfico con la unipersonalidad del sujeto".

 

"La escritura es portadora de un mensaje que se dirige a la inteligencia y emoción individuales y se comunica a través de signos. Contiene un mensaje que emana de toda la personalidad que escribe y es susceptible de ser transmitido por medio de símbolos. Este mensaje personal exige una intuición accesible al símbolo; se requiere "otra persona" que pueda ser sensible a dicho mensaje. La inteligencia, empero, ocupa su lugar analizando el símbolo, mediante la reducción "en signos". El mensaje, pues, es pletórico y legí­timo y el método de entrar en contacto con la escritura y su sentido "se hace comunicable".

 

                En relación con la interpretación grafológica, hay escuelas que consideran unas características prefijadas como base para determinar un aspecto con­creto de la personalidad y en sus análisis se ciñen siempre a unos mismos parámetros para determinar, por ejemplo, la inteligencia cuantitativa o cualitativa o el temperamento y moralidad. Las más de las escuelas inician el método interpretativo buscando un cierto "nivel de positividad" a través del cual valoran con el mismo grado de eficiencia o deficiencia los distin­tos componentes gráficos. Otras escuelas aprehenden una "especie gráfica compleja" alrededor de la cual girarán los significados subdominantes de las demás "especies" (Hegar, Pophal, etc.). Entre nosotros el Profesor Muñoz-Espinalt ha pragmatizado la cuestión separando, en principio, las escrituras-tipo o gestos gráficos en dos esferas de valoración de sentido "eficiente" y "deficiente", respectivamente.

 

                Vemos, pues, que en todos los grafólogos de vanguardia late la misma inquietud: la de crear unas bases apriorísticas para acercarse al grafismo en busca de una fórmula sintetizadora de conjunto gráfico y, por ende, del valor "promedio" de la personalidad, siendo los resultados obtenidos de distinta utilidad práctica, pues creemos convenir con el Profesor Muñoz-Espinalt que una deficiencia no debe necesariamente considerarse como una inferioridad de valor, pues ella puede ser al mismo tiempo la condición principal de una superioridad. Además, las "síntesis de orienta­ción" más conocidas como son las de Crépieux-Jamin y Klages evalúan la personalidad de acuerdo con princi­pios estéticos o culturales calificando las escrituras en Armónicas e Inarmónicas o en cinco grados (Klages). En el caso de este último, se incurre en un gran cotrasentido al negar el valor ambivalente del signo (sentido positivo-negativo) mediante el mencionado sistema valorativo de cinco grados de "Form-Niveau".

 

                Hay que destacar que Klara Román, Thea Lewinson y nuestro preclaro Augusto Vels han ideado encomiables procedimientos grafométricos para medir cuantitativa­mente el nivel de "positividad" o de forma. Sin ánimo de subestimar estos logros, que van mucho más lejos que la determinación de un simple módulo, hay que convenir con el grafómetra Lockwandt la dificultad de aplicar técnicas métricas a "conjuntos de signos" como, en general, a todos los "indicadores o variables gráficas" clásicas. Este investigador divide las características gráficas en "mensurables" y "estima­bles" y en esta última sitúa la rapidez relativa (no todas las escrituras rápidas son espontáneas, ni todas las escrituras ornadas son necesariamente lentas), la organización y estructura espacial, la dextro-sinis­trogiridad, la presión, la ornamentación/simplifica­ción, el grado de pastosidad, el nivel estético, la originalidad en el polimorfismo y las combinaciones, así como el nivel de espontaneidad, etc. Ciertamente, en Grafología existen valores cualitativos como el ritmo, la coordinación y el equilibrio general que son en sí mucho más importantes que el factor cuantitati­vo. Naturalmente, la detección de estos factores debe hacerse mediante apreciaciones estético-intuitivas. Esta habilidad sólo se consigue a través de múltiples observaciones hasta que pueda utilizarse como instru­mento adecuado de valoración estimativa.

 

                También en el grafismo se aprecian determinadas características expresivas que se aprehenden como "impresiones globales" y que, como dice Ania Teillard, el grafólogo debe captar colocándose en estado de receptividad psicológica. Estas características son de difícil estimación, y mucho menos mensurables. A con­tinuación indicamos un reducido número de ellas:

 

Coloreada, contradictoria, expeditiva, con o sin "elán", fría, personal, vigorosa, conflictiva, no conformista, perturbada, estilizada, fluida, sutil, intensa, desnuda, moderna, lúcida, alada, viscosa, vacía, deslizante, mórbida, pantanosa, flotante, transparente, terrena, flamígera, inexpresiva, auténtica, etc.

 

                Evidentemente, las interpretaciones de estas ca­racterísticas "expresivas" son un desafío para el gra­fólogo moderno que no puede soslayar, en aras de un análisis limitado, los elementos puramente geométri­cos.

 

                A la vista de las dificultades de una aplicación total de la grafometría y de la comprobación de que la Grafología, aparte de ser una ciencia con sus leyes propias, tiene un "plus" de arte, deberíamos lanzar al aire una pregunta inquietante: ¿De qué servirá medir ciertos rasgos de la escritura si su expansión sólo tiene sentido en correlación con los demás elementos gráficos?

 

                El ideal del grafólogo sería poderse acercar al grafismo utilizando un número máximo de "síntesis de orientación" mensurables para la comprensión "gestál­tica" de la personalidad y salir del empirismo y del análisis excesivamente particularizante. Tal posibi­lidad representaría una pérdida de tiempo amén de la experiencia práctica que el uso de los diversos procedimientos propuestos requeriría. A continuación se detallan las principales tendencias y enfoques sistematizadores, sintetizadores y orientativos:

 

 

     1.-  Armonía. Crépieux-Jamin

     2.-  Nivel de Forma. Klages

     3.-  El Contenido esencial. Pulver

     4.-  El grado de rigidez. Pophal

     5.-  Proporción y regularidad. (Klages, Pulver,

          Lecerf y Sonneman)

     6.-  Ritmología. Heiss y gran parte de la es-

          cuela alemana

     7.-  Ritmo de base. Roda Wiesser

     8.-  Melodía, armonía y ritmo. Trillat

     9.-  Poesía. Magnat

    10.-  Evolución genética. Gobineau-Perron

    11.-  El trazo dominante. Hegar

    12.-  Vectores dominantes. Psicograma de Klara

          Roman

    13.-  Vectores predominantes del Sistema de

          Grafoanálisis de Augusto Vels

    14.-  Productividad funcional. Klara Roman

    15.-  Nivel de Actividad. A. Vels

    16.-  La triple longitud. Moretti y Marchesan

    17.-  La jerarquía zonal. Pulver y Klages

    18.-  Niveles de constricción / inhibición o

          liberación / expansión (Lecerf, Klages,

          Lewinson, Roman, etc.)

 

                A título de ensayo vamos a proponer a continua­ción una "síntesis de orientación fundamental" tras el estudio comparativo de las fórmulas que han propuesto autores tales como: Crépieux-Jamin, Klages, Saudek, Roman, Trillat, Sonneman, Vels, Mendel, Heiss, Wiesser, Pophal, Lockwandt, Hartford y Gobineau-Perron con objeto de una determinación de una base común que sirva de parámetro definitivo de la escritura y de sucesivos estudios para su cuantificación:

 

 

SINTESIS COMPLEJA DE ORIENTACION FUNDAMENTAL

   Indicadores selectivos             Interpretaciones directrices:         

                              

1 MOVIMIENTO                  

                              

  Vibración                      Nivel estabilidad emocional mediante la

  Espontaneidad natural                sublimación de la efectividad.

  Rapidez elaboración formas     Nivel intensidad realizadora de acuerdo

  Cadencia                             con las demandas socio-culturales y

  Elasticidad                          prácticas.

  Dinamogeneidad                 Nivel imaginación y sensibilidad improvi-

  Agilidad estructuradora              sadora, innvovadora y creadora.

                                 Nivel adaptación responsable al ambiente

                                       por la constancia de los sentimien-

                                       tos y de la voluntad, así como de la

                                       capacidad de expansión de la simpa-

                                       tía y de la empatía

                                                                           

   Indicadores selectivos             Interpretaciones directrices:          

                              

   (Cont.)                       Nivel expresividad ideacional y afectiva

                                       sencilla por el equilibrio de libe-

                                       ración e inhibición de impulsos.

                                                                          

                              

2 FORMA                       

                              

  Simplificación / sobriedad     Nivel capacidad y equilibrio mental para

  Polimorfismo                         las funciones asociativas, deducti-

  Plenitud o riqueza formas            vas, especulativas y sintetizadoras

  Combinación y Agrupamiento           de lo esencial y ecléctico.

  Idiosincracia gráfica          Nivel de imaginación de formas constructi-

  Curvilinearidad firme o              vas, estéticas y representativas.

   semiangulosa                  Nivel inteligencia "Generalizante".

                                 Nivel expresividad verbal del conjunto y

                                       los detalles.

                                 Nivel oblatividad y profundidad sentimien-

                                       tos y recursos internos.

                                 Nivel adaptación polifacética, flexible y

                                       razonable con equilibrio de percep-

                                       ciones externas e internas.

                                                                           

                              

3 ESTETICA                    

                              

  Elegante / graciosa            Nivel autenticidad personal

  Relieve / neta                 Nivel control consciente integración de

  Claridad y legibilidad               impulsos.

  Precisión                      Nivel claridad conciencia moral sentido de

  Originalidad de formas               la responsabilidad.

  Equilibrio zonal               Nivel socio-cultural.

                                 Nivel singularidad y buen gusto personal.

                                 Nivel calma interior, fuerza moral y

                                       satisfacción autorealizadora.

 

 

 

 

 

                                                                            

   Indicadores selectivos             Interpretaciones directrices:        

                              

4 DISTRIBUCION                

                              

  Aireamiento pals. y líneas     Nivel inteligencia crítico-objetiva y

  Estabilidad líneas                   visión panorámica organizada.

  Organización página y          Nivel contactos considerados y controlados

   párrafos                      Nivel adaptación realista al ambiente y

  Ordenamiento                         seguridad frente al tiempo y el

  Marginación vibrante y               espacio.

   personal                      Nivel equilibrio emocional y anímico por

                                       armonía entre consciente e incons-

                                       ciente.

                                 Nivel disciplina moral

                                                                          

                              

5 FUERZA                      

                              

  Dinamismo                      Nivel energía psico-física.

  Firmeza vertical y horizon-    Nivel resistencia y consistencia interna

   tal                                 y externa.

  Profundidad                   Nivel fuerza sugestiva e impositiva.

  Nutrición y calor              Nivel memorial visual-concreta.

                                 Nivel capacidad autorealización y auto-

                                       afirmación personal.

                                 Nivel seguridad en sí mismo para alcanzar

                                       posiciones competitivas.

                                 Nivel control instintual.

                                                                           

                                

6 EXPANSION HORIZONTAL        

                                

  Dextrogiridad                  Nivel manifestación afectividad conscien-

  Progresión                           te.

  Anchura modular o dilata-      Nivel necesidad de contacto físico, afec-

   ción                                tivo e intelectual.

                                 Nivel de confianza en sí y en los demás.

                                 Nivel adaptación social y a las demandas

                                       ambientales.

                                 Nivel de iniciativa, independencia autóno-

                                       ma y decisión emprendedora.


 

                                                                            

   Indicadores selectivos             Interpretaciones directrices:         

                              

   (Cont.)                       Nivel liberalidad de mente y corazón para

                                       comprender empáticamente y aceptar

                                       lo nuevo y lo sugerido.

                                                                          

                              

7 SIMETRIA             

                               

  Paralelismo vibrante           Nivel de sensibilidad enriquecedora y de

  Regularidad matizada                 emotividad mesurada.

  Proporcionalidad               Nivel de adaptabilidad lograda con libera-

  Estabilidad                          ción de la afectividad sin represión

  Homogeneidad                   Nivel equilibrio funciones psíquicas.

                                 Nivel capacidad científica (capacidad

                                       objectiva de observación realista

                                       y de concentración.

                                 Nivel estabilidad emocional.

                                 Nivel de voluntad resistente, voluntad mo-ral y voluntad intelectual.

                                                                        

Una escritura que contenga una o dos caracterís­ticas de cada uno de los siete grupos anunciados en la anterior clasificación es una escritura de alto nivel de positividad a la que se aplicarán una gran parte de las interpretaciones o niveles establecidos para obte­ner un bosquejo fundamental de la personalidad del escritor.

 

                Las diversas escrituras-tipo existentes se pue­den agrupar por estrechas afinidades clasificándo­las dentro de 35 grandes grupos indicativos de los princi­pales aspectos gráficos existentes. Esta clasi­ficación permite hallar para cada escritura-tipo inte­grante de cualquiera de los aspectos gráficos mencio­nados el módulo o nivel de interpretación promedio que le es propio. Por ejemplo, si al grupo denominado "Ritmo y Movimiento" se han subordinado las siguientes escrituras-tipo afines:

       (+) Movida          (-) Arrebatada

           Rítmica             Monótona

           Cadenciada          Vacilante

           Tranquila           Sacudida

           Espontánea          Temblorosa

           Moderada            Efervescente

 

tendremos que mediante un estudio concienzudo previo obtenemos una síntesis de niveles interpretativos básicos como sigue:

 

                1. Estabilidad emocional vs. hipersensibilidad o combatividad agresiva

 

                2. Capacidad de creación e innovación vs. mente rutinaria

 

                3. Seguridad y paz interior vs. ansiedad y autocensura

 

                4. Expresividad espontánea vs. expresividad incolora o constreñida

 

                5. Exaltación vs. capacidad de inhibición

 

                Utilizando este sistema será factible efectuar "síndromes gráficos" de todas las escrituras-tipo de una escritura dada y aplicar los módulos o niveles de interpretación de los 35 "síndromes gráficos" que en teoría y como máximo podrían efectuarse.

 

                Más adelante volveremos sobre el papel de cada "escritura-tipo" para la formación de "síndromes gráficos complejos" que proveen interpretaciones ampliadas y seguras sobre la base de "signos inter-reforzantes" o "interactivos".

 

                Todas las escuelas grafológicas asienten unáni­memente en una cosa, en la necesidad de efectuar una "definición", protocolo o "ficha grafotécnica" que recoge todas las particularidades gráficas, mensura­bles o no, que concurren en el grafismo.

                Nosotros preferimos denominar a este instrumento previo a la interpretación "ficha grafotécnica", ya que entendemos que una ficha tal debe reflejar, cuando menos teóricamente, todos los contenidos grafo-expre­sivos en una estructura descriptivo-clasificativa completa, de forma que la escritura resulte tan clasi­ficable en su aspecto formal como lo es una ficha dactiloscópica. Para ello se debería seguir un orden dentro de cada plano establecido según grado de inten­sidad, predominio o entidad de las características gráficas. Es decir, se trataría de ordenar las escri­turas-tipo de cada plano de acuerdo con un código pre-establecido y una valoración de intensidad sobre la base decimal según el sistema "moretiano" (escuela italiana).

 

                Sugerimos que el grafólogo puede y debe utilizar tanto la terminología clásica francesa, la suizo-alemana y, asimismo, la de la escuela italiana (Torbi­doni-Marchesan), así como aquellos términos que la práctica cotidiana le sugieran para "escrituras-tipo".

 

                La denominada "ficha grafotécnica" debiera contener, ordenado rigurosamente en tres o más planos, lo siguiente:

 

                1º.Las "escrituras-tipo" integrantes del ya expuesto "complejo de orientación funda­mental", separando los polos eficiente y deficiente en dos polos parentéticos o formando dos "síndromes gráficos".

                 2º.Las "síntesis de conjunto", sintéticas o cualitativas (Pophal, etc.).

                 3º.Las "escrituras-tipo" simples.

                 4º.Las desigualdades clasificadas por aspec­tos gráficos.

                5º.Los gestos-tipo característicos.

                6º.Los gestos libres (tildes, puntuación, iniciales, finales, etc.).

                 7º.Los gestos, formas e imágenes simbólicas o "animadas".

                8º.Las ligaduras inmateriales.

                 9º.Las palabras emotivas y los "lapsus calami".

                 10º.Las letras reflejas.

                11º.Las impresiones intuitivo-globales.

                12º.Las cifras.

                13º.La colocación, congruencia y tamaño de la firma.

                14º.La forma y características de la rúbrica.

                15º.Los "idiotismos" peculiares.


                La novedad de esta ficha grafotécnica consisti­ría en utilizar más de tres planos, utilizar el primer plano para indicar los componentes del "complejo de orientación fundamental", la inclusión en los planos de intensidad de los aspectos de "impresión general o intuitiva", el empleo de un máximo de "escrituras-tipo" y la situación de los gestos-tipo en el plano que les corresponda según su intensidad o frecuencia.

 

                Antes de pasar a la formación de combinaciones de signos o "síndromes gráficos" desearíamos presentar unos principios o reglas fundamentales de interpreta­ción:

 

1º.-Para captar los contenidos intuitivos globales de la escritura, la psicología del movimiento y la dinámica en que ésta se envuelve, hay que trasladar, mediante la visualización, la figura plana hasta convertirla en "figura viva". En otras palabras, la escritura debe "revivirse" mediante pequeñas técnicas, tales como:

a)Observar la escritura a unos 60 cms. de distancia para aprender el conjunto y los movimientos más exteriorizados.

 

                b)Examinarla en completo estado de recepti­vidad consciente e inconsciente durante cierto tiempo.

 

                c)Contemplarla en un espejo o al revés para captar aspectos relacionados con el ritmo y la armonía.

 

                d)Calcar e imitar figurativamente la escri­tura en el aire para captar los vericuetos de la onda gráfica.

 

                e)Visualizar la escritura cerrando y abrien­do los ojos cada 2 o 3 segundos.


Todo lo visto y "sentido" en estas fases de observación debe anotarse como percepciones de índole intuitiva a verificar científicamente y explicitar interpretativamente una vez efectuado un completo estudio objetivo de la escritura.

2º.-Todo signo contiene elementos que sirven de guía directriz conducente hacia la integración en un "síndrome gráfico" apropiado según su papel o rol intrínseco, significando que el elemento directriz es una interpretación posible de tipo promedio que se utiliza como orientación prima­ria.

3º.-Cada "escritura-tipo" es interactiva, por lo que representa un papel distinto según sea la "sín­tesis de orientación" o el "síndrome gráfico" en el que se integre. Sólo así, cada especie ad­quiere un sentido interpretativo polivalente que no hay que limitar a un solo sentido o signifi­cado inequívoco, lógico o necesario, sino a distintas interpretaciones de idénticas caracte­rísticas de fiabilidad.

4º.-Los signos "dominantes" reflejan aquellas cualidades más exteriorizadas y visibles de la conducta del sujeto, en tanto que los subdomi­nantes revelan facetas más inconscientes que influyen sobre el plano dominante.

5º.-Un mismo signo (gesto o escritura-tipo) puede formar unos "síndromes gráficos" en los que recibe una interpretación deficiente e interve­nir, asimismo, en otros en los que su interpre­tación "intercosignificante" sea de signo efi­ciente.

6º.-Debe examinarse "a priori" el equilibrio exis­tente entre el predominio de la orientación o desarrollo vertical de la escritura en relación con la proyección o expansión horizontal.

7º.-Debe tenerse en cuenta el equilibrio o desequi­librio producido entre los cuatro ritmos de: forma, movimiento, espacio y profundidad y causado por la intensidad y grado de logro o perturbación rítmica, ya que existe una estrecha interacción que incide en el conjunto gráfico, exponente de la personalidad total del sujeto (nivel de "homogeneidad" según Mueller-Enskat).

8º.-Una forma netamente negativa no es preciso que se manifieste frecuentemente en el grafismo, ya que la rareza negativa es un modo de disimular fallos morales que el instinto de conservación pugna por mantener en secreto. Por otra parte, las formas negativas sistematizadas o frecuentes son prueba de una conducta inadaptable y fre­cuentemente inquietante.

9º.-El empleo de una "síntesis fundamental valora­tiva" que sustituya al Nivel Vital y la Armonía ejercerá sobre los "síndromes gráficos" estable­cidos una influencia rectora que dirigirá todas las interpretaciones de los mismos hacia una síntesis que expresa el carácter único del escritor en un cuadro del todo integrado armóni­camente.

10º-No hay que afianzarse en exclusiva sobre el aspecto dominante del grafismo, ya que signos aparatosos pueden tener sólo valor cuantitativo; tampoco debe limitarse la observación a los signos aislados que pueden tener un gran valor cualitativo.

11º-En la escritura debe determinarse lo más incon­testable gráficamente y lo más generalmente válido psicológicamente.

12º-La elección de las tipologías psicológicas o psicobiológicas como "hipótesis probable de trabajo" no depende de la simple preferencia teórica del grafólogo, sino que en muchos casos prácticos depende de la misma escritura estu­diada que puede concordar mejor con determinado sistema de tipos o participar de diversos sistemas.

13º-El dictamen grafopsicológico definitivo será el producto cohesivo de los diversos "síndromes o complejos gráficos" establecidos, las "escritu­ras-tipo" y la "síntesis de orientación funda­mental".

 

 

                A modo de recapitulación, hay que remarcar que toda "Escritura-tipo" es influenciada y condicionada por la "síntesis fundamental de orientación" propuesta (que no es nada más que una "síntesis" sincretística homologada por las ya conocidas y a las que se imputa un "consensus" muy extendido), por el papel integrador que le es inherente a la "Escritura-tipo" en sí, por el propio "síndrome gráfico" a que pasa a formar parte y las consecuencias de la aplicación de las 13 normas anteriormente enunciadas.

 

                Jean-Charles Gille, conocido ingeniero aeronáu­tico, psiquiatra y, principalmente, gran grafólogo, se ha manifestado como un gran experto en la realización de estudios grafológicos de conocidos personajes históricos por su aguda penetración grafopsicológica en la elaboración de "síndromes gráficos" múltiples acompañados de interpretaciones certeras, fiables y amplias.

 

                Los "síndromes gráficos" o asociaciones comple­jas de diversas escrituras-tipo constituyen fragmentos de la personalidad del que escribe. Estos complejos gráficos pueden formarse, como veremos pronto, según el papel de cada escritura-tipo, pero no hay que ol­vidar que en primer término, o paralelamente al papel asociativo del signo, existen presupuestos tipológicos y caracterológicos que son la base para describir la personalidad del sujeto analizado en forma coherente y estructurada. Estos presupuestos tipológicos constitu­yen una pauta esencial para orientar las formaciones de signos. A título indicativo, detallamos algunas de las principales agrupaciones o "síndromes gráficos" posibles o necesarios:

 

 

1.Síndromes de tipologías psicobiológicas dominan­tes o subdominantes.

2.Síndromes de trazos y elementos gráficos deter­minados por las curvas profundas del subcons­ciente (finales, espaciamientos, rasgos libres y últimas líneas, etc.).

3.Síndromes de los trazos y elementos gráficos con un mayor esfuerzo consciente (iniciales, mayús­culas y primeras líneas, etc.).

4.Síndromes comprensivos de cada uno de los cono­cidos cuatro ritmos (forma, movimiento, espacio y profundidad), segregándolos en otros tantos síndromes que aislen provisionalmente el ritmo logrado, el ritmo perturbado y el ritmo defi­ciente.

5.Síndromes de la llamada "pasión predominante", según Moretti.

6.Síndromes del simbolismo de diferentes letras interrelacionados.

7.Síndromes de "Constricción/liberación" o "Inhi­bición/expansión" (según Klages, Roman, Lewinson y Le Cerf).

8.Síndromes de rigidez, tensión o elasticidad.

9.Síndromes asimilados a tipos basados en anoma­lías psicopatológicas.

10.Síndromes de interacción "Animus-Anima".

11.Síndromes que afectan a Complejos diversos.

12.Síndromes de la influencia padre-madre sobre el sujeto.

13.Síndromes patológicos (presuntivos).

14.Síndromes de conflictos internos y ambivalen­cias.

15.Síndromes psicosexuales.

16.Síndromes de moralidad dudosa.

17.Síndromes de signos a reconciliar. Por ejemplo: Guirnalda-sinixtrógira, Estrecha de letras + ancha entre letras (Etalée), etc.

18.Síndromes de formas gráficas de la misma familia.

19.Síndromes que agrupan en constelación, alrededor de ciertos dominantes, a diversos "pequeños signos".


                El papel o rol que cada escritura-tipo lleva en sí mismo es, como ya hemos dicho, muy importante, y por ello, y como colofón, presentamos a continuación un intento clasificativo sujeto a un mayor perfeccio­namiento ulterior:


1.-Papel liberador o activador

Se adscriben en este grupo los elementos gráficos de índole expansiva que subrayan "la fuerza del Yo", la extraversión, la sociabilidad y, en general, la capacidad de liberación de emociones, afectos, deseos y tensiones ya sea en forma de agresividad o en forma sublimada o socializada.

2.-           Papel inhibidor o reductor

Son los integrantes gráficos constrictivos que se relacionan principalmente con las implicacio­nes volitivas, el autocontrol emocional, las represiones y la autoprotección del "Super-Yo".

3.-           Papel equilibrador o moderador

Se trata de signos que tienen cierta semejanza pero nunca opuestos o contradictorios.

4.-           Papel contradictorio

Son los signos ya denominados "a reconciliar" y no integrantes de "síndromes de conflictividad ambivalente".

5.-           Papel independiente o neutro

Son signos independientes o neutros aquellos que no tienen un papel decisivo en la formación de "síndromes gráficos", o dicho de otro modo, que no contribuyan a intensificar, disminuir o mati­zar una característica psicológica, mental o temperamental determinada por otros signos o complejos gráficos.

6.-           Papel modificador

En este grupo hay que tener en cuenta principal­mente el principio de que la "escritura-tipo" cuya intensidad es más fuerte es la que se modi­fica; la más débil sirve de agente modificador. Esto es una prueba más de que los signos de la escritura no tienen un valor absoluto.

7.-           Papel reforzante o intensificante

Comprende principalmente aquellos grupos de escrituras o gestos-tipo de la misma familia o aspecto gráfico general o vectorial que refuer­zan una significación dándole un valor más absoluto.

8.-           Papel positivador o "negativador"

Tienen este papel los integrantes de la que hemos dado en llamar "Síntesis fundamental de orientación". Se trata en general de "escritu­ras-tipo" que únicamente tienen un valor positi­vo o monovalente y que pueden intervenir decisi­vamente en la formación de muy distintos "sín­dromes gráficos".

El mismo comentario vale para las "escrituras-tipo" que se hallan en polo opuesto y que generalmente tienen un valor negativo total.

9.-           Papel concomitante

Son signos concomitantes por antonomasia los que intervienen en toda la formación o "síndrome gráfico".

10.-         Papel ambivalente

Son signos ambivalentes siempre que se integren o puedan integrarse en un complejo gráfico que diagnostique "disasociación de la personalidad", inmadurez, anomalías o conflictos latentes o algún tipo de ambivalencia psicopatológica. En otro caso, se trata de signos compensatorios o contradictorios.

11.-         Papel compensatorio

Tienen este papel aquellos signos que compensan la hipertrofia de gestos gráficos insuficiente­mente desarrollados o que contradicen el plano dominante mediante compensaciones que deben ser discernidas en cuanto a logro efectivo, eficien­cia, sublimación o carácter frustrante.

12.-         Papel complementario

Son complementarias aquellas segregaciones de determinada "dominante" gráfica a la que se deba adherir toda interpretación. Esto puede aplicar­se a los llamados "rasgos libres".

13.-         Papel confirmativo

Se trata de signos aparentemente dispares por pertenecer a distintos aspectos o vectores gráficos pero que interpretativamente adquieren significados idénticos y muchas veces alejados de las significaciones generales deficientes o eficientes otorgadas por los tratadistas más conspicuos.

14.-         Papel matizante

En este grupo, se trata de signos generalmente subdominantes de parecida familia que influyen sobre los dominantes.

15.-         Papel perturbador o discordante

Son signos que tienden a perturbar uno o varios aspectos gráficos formando "síndromes de dese­quilibrio" y que se agrupan para efectuar un diagnóstico causal.

16.-         Papel patológico

Se trata de un conjunto de signos que se forma para proceder a un diagnóstico presuntivo de tipo patológico de orden psíquico, somático o fisiológico.

17.-         Papel simbólico

 

Este grupo comprende las "imágenes animadas", tales como lazos que aprietan, ahogan, cautivan o enredan, dedos crispados, corazones, bocas de lobo, puñales, arpones, flechas lanzadas, etc.
 

                Y, para terminar, sólo resta enfatizar la importancia en profundizar los tipos psicobiológicos, generalmente "cuaternarios", porque en ellos hallare­mos la clave para una grafología verdaderamente psico­somática y psicofísica, tal como dimos a entender al principio.
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Fuente: http://www.grafoanalisis.com/normas_interpretacion_grafologica.htm